La belleza natural del país, con su arquitectura bohemia y sus famosos festivales, República Checa es hogar de una sociedad reservada pero acogedora. Valoran las distintas formas de expresión artística, como la música y la danza. Sus habitantes pueden parecer secos y tímidos pero cuando toman confianza demuestran amabilidad y paciencia, especialmente hacia los visitantes que quieren aprender sobre su cultura. Los adolescentes checos son sociables y cuentan con una gran cantidad de actividades al aire libre para pasar sus tardes. Participan activamente de los festivales culturales y diferentes propuestas que el país les ofrece.